Los movimientos de tierras de cualquier obra tienen un coste que depende de la cantidad de tierra movida.
Si quiere saber cuál es esa cantidad, nosotros se la podemos medir.
Para hacerlo, necesitamos hacer un levantamiento topográfico de la zona antes de realizar ningún movimiento y otro levantamiento al finalizar dicho movimiento.
El procedimiento de cálculo volumétrico se realiza mediante diferencia de modelos digitales del terreno procedentes de los planos topográficos en las distintas fases; dando como resultado el desmonte (tierra extraída), terraplén (tierra aportada) y diferencia entre ambas.
Dicho cálculo de movimiento de tierras servirá para determinar el volumen extraído o aportado de material en un terreno ya sea tanto en arquitectura (proyectos de viviendas y explanaciones) como en ingeniería (proyectos de trazados de carreteras, taludes etc).
La fase del movimiento de tierras es uno de estos puntos clave donde la topografía es esencial para llevar a cabo la buena ejecución de esta parte del proyecto y llevar un control exhaustivo, tanto altimétrico como volumétrico, de los diferentes paquetes y partidas planteados en los proyectos de estas grandes obras.